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Qué ver en Escalona
Hoy hablaremos de Escalona, su castillo, el río Alberche y de la historia de esta localidad de Toledo que tanto merece la pena visitar.
¿Dónde está Escalona?
Escalona se encuentra en la provincia de Toledo, a poco más de 50 kilómetros de la capital de la provincia y a 95 km de Madrid. Como ves, esta localidad puede ser una buena escapada desde Madrid si quieres escapar de la rutina y de los lugares más turísticos. Talavera de la Reina está a sólo 56 kilómetros de Escalona, por lo que se puede aprovechar y visitar ambos lugares en un fin de semana.
Oficina de Turismo
La oficina está ubicada en la antigua Torre del Agua. Es un viejo ejemplo de la arquitectura industrial de principios del siglo XX. El lugar se utilizó, como el nombre sugiere, para suministrar agua a Escalona. Después de años de uso, se ha restaurado y desde 2017, es la oficina de turismo.
La hallamos en la Plaza de Santa María, en la zona de los llamados Miradores del Alberche. Es sin duda lugar de paso obligado en Escalona. Te recomiendo que hagas una parada en la oficina de turismo porque, a parte de visitar la zona, te entregarán información y planos para conocer un poco más de la localidad.
La Corte de los Prodigios
Esta corte medieval hizo que Escalona viviera una Edad de Oro durante 200 años. La historia comienza cuando Alfonso VI conquista en 1281 el reino árabe de Toledo y ordena construir una fortaleza sobre un cerro que domina el río Alberche.
El primer señor de Escalona fue el Infante Don Manuel, hermano de Alfonso X el Sabio. Murió en 1283 y su hijo, el infante don Juan Manuel, con sólo un año de edad, es el segundo Señor de Escalona y, finalmente, uno de los hombres más importantes en la historia de Castilla. Defendió Escalona de asedio del rey Alfonso XI y escribió El Conde Lucanor.
Después de su muerte, sus descendientes fueron ostentando, el título de señores de Escalona. Hasta que, en 1424, el rey Juan II nombró señor de Escalona a Don Álvaro de Luna. Es entonces cuando dio comienzo la Edad de Oro de esta villa toledana. Don Álvaro construyó un palacio dentro de los muros del castillo. Mismo palacio que el rey frecuentaba cuando se celebraban las fiestas de la villa en él.
En ese momento, el tesoro de Escalona es famoso. Cofres llenos de joyas y oro se guardan en el Castillo. Un castillo que volvió a ser lugar de historias de ambición. De señores que prometían pleitesía a sus reyes y de reyes que no dudaban dar títulos a sus preferidos.
La Edad de Oro de esta corte toledana terminó con el final de Edad Media. El Castillo quedó en el olvido hasta que el ejército de Napoleón pasó por Escalona. Hoy es la sombra de lo que fue, pero seguro que entre sus muros siguen vagando los fantasmas de todos aquellos señores y vasallos que participaron de las intrigas palaciegas de Escalona.
Miradores del Alberche
Si antes de comenzar tu visita has pasado a informarte por la oficina de turismo, entonces los miradores serán tu primera parada. Desde la cima, la vista incluye un paisaje que contiene el Alberche en el primer plano. Desde lo más alto, la vista abarca un paisaje en el que vemos al Alberche en primer plano. Detrás de él, el arenal en que varios reyes castellanos acamparon mientras asediaban el castillo; y al fondo, los mismos bosques que hace 1.000 años ya se podían ver desde este mirador.
Muralla de Escalona
Existen diferentes rutas para hacer en Escalona. Se pueden hacer excursiones al pueblo para empezar, o más abajo en el río. Elegimos esta opción. Al comenzar nuestro recorrido, lo que nos llamó la atención fue la muralla. Se conserva aún una gran parte de esa muralla medieval que rodeó la villa. Es cuestión de pasear para encontrar distintos tramos.
Puente sobre el río Alberche
Si llegas a Escalona desde Toledo, Talavera o Madrid, cruzarás este puente sobre el río Alberche. Es un puente sobrio, sin ningún tipo de adorno o escultura y que su construcción concluyó a principios del siglo XIX. Si bajas junto al rio podrás comenzar un paseo por la naturaleza muy bonito.
Pasear junto al rio
El paseo a lo largo del Alberche se puede hacer por el lado izquierdo o derecho. Dependiendo por el lado que lo hagas obtendrás distintas vistas, pero las dos merecen la pena. Esto también dependerá del tiempo que tengas y lo que te quieras entretener. Desde el derecho verás el castillo a los pies de las murallas y podrás acceder al rio. Por el lado contrario se puede ver el pueblo y el castillo a lo lejos, así como pasar junto a ese arenal en el que Alfonso XI y Juan II estuvieron acampados mientras asediaban Escalona. Junto a ese arenal está la llamada Charca Oscura.
Castillo de Escalona
Tras haber rodeado el castillo mientras paseábamos junto al río, qué mejor que observar de cerca todo su exterior. De este modo se puede apreciar su sistema defensivo: muros robustos, torres, un puente levadizo y una puerta que no está donde debería. Todo ello hizo que esta fortaleza nunca fuera asaltada durante la Edad Media. Luego tuvo que llegar Napoleón con sus tropas y arrasar un castillo que había sobrevivido en pie durante siglos.
El castillo y el palacio están cerrados a los visitantes. Se trata de una propiedad privada, así que puede ser que en algún momento este lugar emblemático vuelva a abrir sus puertas para permitir que los visitantes puedan descubrir un poco más de la historia de aquella Corte de los Prodigios.
La Plaza de Escalona
En el centro de la localidad encontramos la plaza, el corazón de la localidad. Es un lugar sencillo, una más de tantas plazas que podemos encontrar en los pueblos de Castilla. Este fue, y es, lugar de fiestas, de mercado y de reunión para los paisanos. La arquitectura es sencilla, entre la que destaca la Casa del Concejo.
Este edificio es desde el el siglo XV, el Ayuntamiento de Escalona. Y cuenta con una curiosidad, las columnas de su soportal. Estas columnas provienen del patio de honor del Castillo. Estuvieron allí hasta que las tropas napoleónicas destruyeron el lugar. En el siglo XIX se decidió rescatarlas de entre las ruinas para llevarlas al lugar que ocupan hoy.
El centro de la plaza está ocupado por un kiosko de música. En su parte inferior, varias cuadros de azulejos narran la historia de la villa. Entre ellos hay uno muy especial, el dedicado al Lazarillo de Tormes.
Arte callejero
Algo que nos encantó y que merece la pena ver de Escalona son sus pinturas callejeras. Grandes murales repartidos por toda la villa en los que se pueden ver acontecimientos importantes relacionados con esta localidad. El hortelano, las lavanderas o la vendimia están representados en las calles del pueblo, al igual que el famoso Lazarillo que abandonó a su amo en este lugar.
Hasta aquí nuestra visita a este pueblo con encanto Toledano, esperamos volver pronto para disfrutar de la paz que se respira junto a ese rio, ¡y te animo a que tú también lo hagas!