La Villa de Loarre es un pueblo pequeñito, con mucha historia y mucho encanto, que creció protegido por un imponente castillo románico que le daba seguridad en una época en la que su situación geográfica lo situaba en la zona fronteriza del Reino de Aragón.
Está a menos de 30 kilómetros de Huesca y descansa sobre las laderas de la sierra que le da nombre. Su casco antiguo ha sido declarado Conjunto Histórico- Artístico y aunque, sin duda, el monumento más sobresaliente es su castillo, el conjunto defensivo más representativo del románico de nuestro país, en Loarre hay un montón de cosas que ver aprovechando un paseo por sus calles.
El pueblo se despliega en torno a una Plaza Mayor, típicamente aragonesa, rodeada por edificios emblemáticos, y en cuyo centro se encuentra la bella Fuente de Los Tres Caños. La Plaza Mayor es el centro del que parte un entramado irregular de antiguas callejuelas, está presidida por el monumental Ayuntamiento en un palacio histórico renacentista del siglo XVI, y flanqueada por otros palacetes de distintos estilos.
Varios de los palacios de Loarre han sido rehabilitados y en la actualidad están siendo utilizados, como es el caso de la Hospedería, construida en el siglo XVII, también de estilo renacentista que fue el antiguo Ayuntamiento y que hoy está totalmente restaurada.
Aunque en el skyline de Loarre, el edificio que más destaca por su altura es la iglesia parroquial de San Esteban, cuyo capitel gótico sirve de punto de orientación desde cualquier parte del pueblo. En su interior guarda un precioso retablo del siglo XVI y dos antiguos relicarios románicos que son un ejemplo de la orfebrería de la época.
En los alrededores podemos realizar diversas rutas que nos llevan a visitar varias ermitas románicas e incluso los restos de un pueblo medieval. La ermita más destacable es la de Santa Águeda, del siglo XII, aunque también son muy bellas las de Santa Marina, en lo alto de la sierra y que constituye uno de los principales objetivos de excursiones, y la de San Juan.
Ampliando un poco el radio podemos visitar las históricas localidades de Bolea o Ayerbe, y asombrosos parajes naturales como los riscos de los Mallos de Riglos.
Marga G.-Chas Ocaña