Medina del Campo es una antigua ciudad de Valladolid, la segunda en importancia de la provincia, sus orígenes prerrománicos y su pujanza como centro mercantil durante siglos, la han dotado de un patrimonio histórico excepcional, presidido por el imponente castillo de La Mota.
Situada en el centro de una amplia llanura, al sur del Duero, prácticamente ocupa el centro de Castilla y León, por el que pasaban las rutas principales de comunicación de la península, lo que la convirtió en un importante centro de intercambio de materias primas: a sus ferias acudían mercaderes de toda Europa.
Su importancia y riqueza durante los siglos XV y XVI perdura hasta nuestros días en forma de legado patrimonial, declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1978. Su centro histórico y vital está en la Plaza Mayor (hoy Plaza Mayor de la Hispanidad), un espacio enorme donde se celebraban las ferias -en la que cada gremio contaba con su espacio- rodeado por edificios con soportales y en la que confluyen los tres edificios más representativos de poder: La Casa Consistorial, La Colegiata de San Antolín y el Palacio Real, además de lugares históricos, como la casa donde murió Isabel la Católica.
Aunque el edificio más destacado es el Castillo de La Mota, que fue archivo de la corona de Castilla y prisión del Estado. Es un edificio del siglo XV, de estilo gótico mudéjar que se asienta sobre el antiguo asentamiento de la ciudad en el siglo XI, que fue fortificado hasta independizarse de la villa. De planta trapezoidal, está construido en ladrillo, su muralla data de la época de los Reyes Católicos, tiene un gran patio de armas central y una impresionante «Torre del Homenaje» de casi cuarenta metros de altura, rehabiliatada recientemente. En conjunto, su estructura defensiva era bastante original para su época. Se considera uno de los castillo medievales mejor conservados de Europa.
Marga G.-Chas Ocaña