Vall d’Alba es un precioso pueblo con encanto de la provincia de Castellón, que aunque no tiene acceso directo al mar, cuenta con una muy buena comunicación con la costa, por lo que resulta un lugar ideal para organizar un campamento base si se quiere conocer la cultura mediterránea, tanto en la costa como en el interior.
Es una pequeña localidad que no llega a los 3.000 habitantes, ubicada en la comarca de la Plana Alta, con una economía basada en la agricultura de secano, como almendros olivos y viñedos y una pujante industria ganadera que cuenta con un gran número de granjas de cría.
Ambos aspectos tienen como resultado una gastronomía espectacular, en la que las carnes son una parte fundamental de sus platos tradicionales, como la olleta, con verduras y carne de cerdo, el tombet y el conejo a la brasa con ajoaceite, además de una riquísima bollería tradicional.
La cultura también es una parte importante de Vall d’Alba, ya que su antiguo origen y su pertenencia a las órdenes militares del Hospital y de Montesa han dejado recuerdos en forma de calles y plazas por las que pasear se convierte en un placer. Iglesias, fuentes, ermitas, museos y monasterios conforman un circuito capaz de satisfacer a los amantes del patrimonio y la historia.
Para los amantes de la naturaleza, en Vall d’Alba conviven naturaleza, historia y tradiciones, rodeado de un paisaje típicamente mediterráneo con suaves lomas que no superan los 500 metros de altitud y numerosos parajes en los que poder realizar actividades al aire libre.
Marga G.-Chas Ocaña