Frías es una villa medieval de la provincia de Burgos que se encuentra en un entorno natural de gran belleza, en la falda de la llamada “La Muela”. En sus alrededores se encuentra el amplio Valle de Tobalina y al fondo, los montes de Petralata, Obaneres y la sierra de Oña. La zona está bañada por los ríos Ebro y Molinar.
Frías conserva su estructura medieval y gran parte de sus edificios de la época que hoy en día son una amplia red monumental. Era una ciudad claramente defensiva; a ella se accede por un puente con un tramo levadizo y aún conserva su foro defensivo, excavado en la misma roca.
El casco urbano está formado por pequeñas callejas que responden a la estructura defensiva de la villa. Sus casas son un claro ejemplo de la arquitectura tradicional popular, edificadas con toba y madera y construidas una junto a otra, apoyándose entre sí.
Se accede a la ciudad por un puente de origen romano y recintruido varias veces a los largo de la historia. En origen fue levadizo, la obra tal como la conservamos hoy es de finales del siglo XIV y principios del siglo XV. Mide casi 150 metros de longitud y tiene nueve ojos formados por arcos de toba. En el medio conserva la torre defensiva con saeteras, almenas y matacanes que durante años fue donde se abonaba el peaje por cruzar el puente.
El pueblo está construido en un cerro en cuyo alto se encuentra enclavado el Castillo de Frías (Castillo de los Duques de Frías) con un dominio estratégico de toda la zona del Valle de Tobalina, y es uno de los castillos roqueros más espectaculares de Castilla y de España.
A la fortaleza se accede por un puente, antaño levadizo que lleva hasta la puerta de ingreso de arco ojival. Puente y puerta están defendidos por almenas y troneras. El acceso nos lleva directamente al Patio de Armas que hace de distribuidor de las dependencias del castillo. La Torre del Homenaje es una estructura independiente del resto del edificio, el último reducto, con defensas propias y su aljibe adosado. Su estructura defensiva se completa con la muralla.
Otros monumentos son la Iglesia Parroquial de San Vicente, el convento de San Francisco del siglo XIV y el de Santa María de Vadillo, que fue utilizado como hospital. La Iglesia de San Nicolás y las Casas Colgadas.
Este mes es bueno para hacer una visita, ya que el día 23 de abril se celebra una de sus fiestas importantes, la Fiesta en Honor a los Comuneros.
Marga G.-Chas ocaña